Saturday, September 29, 2012


VOLVER AL FUTURO

Venezuela en su historia ha soportado embates de la naturaleza que han causado muerte, desolación y enormes pérdidas materiales, desastres de los que siempre ha salido adelante con esfuerzo, con determinación y con solidaridad. Por si fuera poco, su historia reciente ha soportado una lista interminable de tiranos delirantes y abusadores que comparados con un huracán, han causado un daño mayor y han tenidos consecuencias difíciles de superar. Cipriano Castro es el primer mal ejemplo en la política y quien abrió la puerta para que sus sucesores fueran gentes que conservarían lo peor de sus características. Alguna vez un observador de la historia venezolana lo definió ignorante e impetuoso como el caballo de Atila, con la elocuencia de un bárbaro, unida a la audacia de un beduino, y lo culpó de asesinar la seriedad del Congreso, años antes de asesinar su libertad. Una indigna joya de la historia.

De allí en adelante fueron todos superando al maestro. Juan Vicente Gómez se apropió de la mitad de la tierra, asesinó a miles de opositores y dejó regados más de ochenta hijos no reconocidos que aparte de quedar en el abandono, sufrieron el estigma de ser hijos de un depredador. La lista sigue, pero no vale la pena porque es historia conocida. La dificultad de remover gobiernos siniestros y obscuros sólo registra un triunfo cívico con el derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez en 1958

Las incrustaciones de verdaderos estadistas en la historia política venezolana  va en significativo desmedro al lado de la lista de golpistas, aparecidos y abusadores. Quizá esa desproporción entre  demócratas y golpistas influyó en el hecho de que el ciudadano común se acostumbrase a que muchos de sus gobernantes tuviesen características similares y seguramente eso contribuyó a abrir la puerta de Miraflores a otro golpista y abusador, un lobo vestido con piel de demócrata y con ínfulas de caudillo salvador de los pobres.

Adecos y Copeyanos lo hicieron tal mal, se enriquecieron descaradamente y usaron el poder político en forma tan abusiva, que Chávez parecía el Mesías. Entre discursos de borracho con fondo de rancheras y mucho real en los bolsillos para ir arrojando migajas a la jauría, todo se le perdonaba. El ejemplo era tan pobre, las ganas de salir de los gobiernos incompetentes era tan grande, que se le dio la oportunidad a un delirante que parecía mejor que lo que había pero que terminó siendo la copia mejorada de los Castro, los Gómez y los Pérez Jiménez.

Este es un tramo de la historia que no debería haberse escrito y que no mereció ser vivido.

El llamado a volver a la democracia tiene tanto poder, que Venezuela no puede desperdiciar la oportunidad y debe aprender de una vez por todas que no existen los milagros ni los milagreros. El trabajo, el esfuerzo y la solidaridad son las únicas armas para salir de este temporal tropical que trajo veneno a la sociedad en su intención de discriminar entre los buenos y los malos, sin darse cuenta que ser hermanos es más fuerte.

Que Chávez siga gobernando es equivalente a no haber aprendido nada, a desconocer la historia y a renunciar a la esperanza de ser mejores. No puede seguir existiendo la división de los ciudadanos de primera y segunda categoría. No puede seguir existiendo la extorsión y la bota golpista sobre el corazón de los medios y la opinión pública. No puede seguir existiendo el despilfarro descarado de recursos para pagar aliados indeseables. No puede seguir el abuso descarado de atar al ciudadano común a cadenas forzadas de balbuceo, incoherencia y boleros, con un muy mal cantante como castigo final.

El hombre se tiene que apear del caballo. Debe tomar su montura, guardarla en Sabaneta y quedarse con ella mirando el maravilloso atardecer de los jubilados . No puede seguir cabalgando en un país que no es su hacienda, que no le pertenece y que tiene millones de dueños que viven con la esperanza de seguir siendo libres por siempre.

1 Comments:

At Wednesday, 27 January, 2021, Blogger Unknown said...

EXCELENTE ESTILO Y REDACCION DE CARLOS. UN ABRAZO- 973830474 JORGE TAPIA VIDAL

 

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